DESARROLLO AFECTIVO
El desarrollo emocional de los niños de 3 a 6 años se
basa, sobre todo, en el conocimiento de sí mismos y de las normas y valores
sociales. Desde esta perspectiva, las emociones de los niños de esta edad son
cada vez más complejas. Asimismo, en la etapa de 3 a 5 años, los niños
comienzan a controlar sus emociones. Ya son capaces de ocultar algunos
sentimientos a los demás.
El desarrollo emocional de los
niños de 3 a 6 años se centra especialmente en la capacidad, cada vez mayor, de
expresar las emociones y en la comprensión y el control de dichas emociones.
Desde muy pequeños, los bebés
experimentan y expresan distintas emociones. Primero se trata de emociones
globales que, progresivamente, se hacen más específicas.
Entre los 2 y los 3 años se
produce un logro importante en el desarrollo emocional de los niños: comienzan
a experimentar emociones complejas relacionadas con el descubrimiento de sí
mismos como personas únicas (emociones autoconscientes) y vinculadas también a
la relación con los demás (emociones sociomorales).
Las más importantes de estas
emociones complejas son la vergüenza, el orgullo y la culpa. Para que un niño
pueda experimentar estas emociones es necesario que conozca normas y valores
sociales, que sea capaz de evaluar su propia conducta y que pueda atribuirse a
sí mismo el éxito o el fracaso de sus acciones por ajustarse o no a dichas
normas y valores.
El mayor dominio del lenguaje
que tienen los niños de entre 3 y 4 años de edad influye enormemente en el
desarrollo emocional. Los niños ya son capaces de expresar sentimientos a
través del lenguaje. El hecho de nombrar los sentimientos ayuda a conocerlos mejor.
Otra emoción que cobra
importancia entre los 3 y los 5 años de edad es el miedo. En estas edades es
frecuente que aparezcan el miedo a la oscuridad o a seres imaginarios (como los
monstruos). Esto se relaciona con el desarrollo del pensamiento en esta etapa,
que permite a los niños imaginar, anticipar peligros, etc.
Comprensión y control de las
emociones
Desde los 3-4 años de edad,
los niños saben que determinadas situaciones producen ciertas emociones. Por
ejemplo, los niños saben que si e portan mal, sus padres se enfadarán con ellos
y esto les producirá tristeza.
A partir de los 4-6 años, los
niños pueden contextualizar mejor las emociones, valorando si consiguen lo que
desean en función de lo importante que sea para ellos el objetivo perseguido.
Además, en cuanto al control
de las emociones, hacia los 3-4 años de edad los niños son capaces de ocultar
sus emociones en determinadas situaciones. A partir de los 5-6 años, los niños
comprenden realmente la diferencia entre una emoción real y una emoción
expresada. Así, pueden ya ocultar deliberadamente determinados sentimientos.
Este es un primer paso del control emocional, que se sofisticará con el paso
del tiempo.
DESARROLLO LINGÜÍSTICO
El desarrollo del lenguaje
en los niños de 3 a 5 años está en una fase de rápida y notable evolución. Los
niños adquieren rápidamente nuevas palabras y comprenden cada vez mejor el
significado de las mismas. También comienzan a articular y a pronunciar las
palabras con mayor exactitud. En esta etapa es cuando el uso del lenguaje se va
sofisticando y haciéndose más complejo.
El desarrollo del lenguaje en
los niños de 3 a 5 años se caracteriza porque, progresivamente, el niño es
capaz de aunar en sus expresiones todas las dimensiones que distinguen al
lenguaje humano (fonológica, semántica, sintáctica y pragmática).
En relación con el desarrollo
fonológico (referido a la pronunciación de las palabras), los niños de 3 a 5
años tienen cada vez mayor capacidad para distinguir los sonidos y fonemas que
integran el habla. Esto, a su vez, permite a los niños emitir verbalmente un
mayor número de sílabas. Por ello, el habla de los niños de 3 a 5 años es cada
vez más comprensible al oído del adulto, ya que estos niños articulan y
pronuncian cada vez mejor.
Es característico del lenguaje
en los niños de 3 a 5 años las simplificaciones de algunos fonemas. Así, es
habitual que los niños de 3 a 5 años sustituyan un sonido por otro (como
"dojo" por "rojo"), asimilen un sonido a otro próximo
("bobo" por "globo") o simplifiquen la estructura silábica
("fante" por "elefante"). Hacia los 5 ó 6 años de edad, con
la iniciación a la lectoescritura, los niños empiezan a tener una mayor
conciencia fonológica y estas simplificaciones empiezan a superarse.
En cuanto al desarrollo
semántico (referido al significado de las palabras), los niños de 3 a 5 años
experimentan una ampliación notoria de su vocabulario. Desde los 20 meses de
edad hasta los 6 años, aproximadamente, se produce una "explosión del
vocabulario" del niño, puesto que la velocidad de adquisición de nuevas
palabras empieza a ser mucho mayor que en edades anteriores. En esta etapa, los
niños adquieren una media de entre 5 y 9 palabras nuevas al día.
Es muy frecuente que los niños
de 3 a 5 años cometan sobregeneralizaciones, es decir, usan la misma palabra
para entes parecidos (por ejemplo, cuando se utiliza la palabra perro para
llamar a cualquier animal con cuatro patas).
Asimismo, son frecuentes las
infraextensiones o limitación del uso de una palabra a ciertos ejemplares de la
clase a la que se refiere (por ejemplo, usar la palabra cubo sólo para
referirse a un tipo determinado de cubo que le es familiar).
A medida que el niño va
conociendo y experimentando el mundo que le rodea con la ayuda de los adultos,
su conocimiento y aplicación del significado de las palabras será cada vez
mayor y más concreto y exacto.
En cuanto al desarrollo
morfológico y sintáctico (referido a la gramática del lenguaje), los niños de 2
años comienzan a usar pronombres personales y posesivos (mi, mío) y empiezan a
usar variaciones de género y número, pero cometen errores de concordancia.
Estos errores son comunes hasta los 6 años de edad, aproximadamente. También,
es en esta etapa del desarrollo del lenguaje cuando los niños comienzan a
construir frases. Primero son frases muy sencillas, combinaciones de 2 ó 3
palabras hacia los 2 años de edad. Poco a poco las frases aumentan en
complejidad y longitud.
En cuanto al desarrollo
pragmático (referido a las funciones del lenguaje), el lenguaje de los niños de
3 a 5 años es cada vez más sofisticado en la utilidad e intención que le dan al
lenguaje. Primero se limitan a usar el lenguaje para pedir a sus padres lo que
necesitan. Poco a poco pueden usar el lenguaje para establecer contacto,
expresar sentimientos, dar información, hacer preguntas... Entre los 2 y los 4
años los niños comienzan a ser capaces de mantener una conversación.
DESARROLLO FÍSICO Y PSICOMOTOR
El desarrollo físico y
psicomotor de los niños de 3 a 5 años se caracteriza por el perfeccionamiento
de las habilidades adquiridas en etapas anteriores. En cuanto a la motricidad
fina, el niño empieza a garabatear, marcando el inicio del aprendizaje de la
escritura. Cada vez es más consciente de su propio cuerpo, de sus movimientos y
de la coordinación de éstos.
A los 3 años, el niño ya tiene
adquiridas muchas de las capacidades motoras de un adulto: corre, salta, trepa,
baila... Sin embargo, los niños todavía se siguen desarrollando y
perfeccionando algunas de las habilidades que habían adquirido en etapas anteriores.
A partir de entonces ¿qué sucede?, ¿cómo avanza su desarrollo?
Se va dando un
perfeccionamiento progresivo en la motricidad gruesa y se desarrolla de manera
especial la motricidad fina. Los niños empiezan a ser capaces de hacer trazos y
no sólo "rayajos", como hacían hasta los 3 años.
Su conocimiento del mundo
empieza a ser estructurado ya que genera esquemas de las situaciones o los
personajes más habituales para ellos. Los niños tienen un conocimiento más
amplío de su entorno.
Su inteligencia también avanza
puesto que los esquemas le permiten resolver problemas simples a través del uso
de principios o reglas generadas por ellos mismos. Hasta este momento el niño
aprendía mediante mecanismos de observación y prueba error.
Entre los 3 y 5 años los niños
los niños empiezan a reconocer las letras, que marcará el inicio del
aprendizaje de la escritura. Cada vez es más consciente de su propio cuerpo, de
sus movimientos y de la coordinación de éstos.
Desarrollo físico y motriz de
los niños de 3 a 5 años
A lo largo de estos años, los
niños siguen aumentando el peso y la talla, pero a menor velocidad que hasta
ahora. Poco a poco se van a ir adquiriendo las proporciones corporales de un
adulto.
Mayor dominio de los niños en
el uso de las manos
A nivel cerebral las áreas
corticales que maduran de una forma más evidente son las relacionadas con la
motricidad fina. Los niños controlan de forma separada grupos musculares más
pequeños. Esto se traduce en la aparición de la capacidad para hacer trazos
verticales, circulares u horizontales. Al principio, estos trazos serán grandes
y vacilantes y con los meses, los niños podrán hacerlos más cortos, pequeños y
precisos. Al final de esta etapa, si se han asentado todos estos desarrollos,
es el momento ideal para iniciar al pequeño en el aprendizaje de la escritura.
La motricidad gruesa avanza en
paralelo
Los niños aprenden, por
ejemplo, a subir y bajar escaleras alternando los pies o a escalar. El hecho de
poder controlar grupos musculares cada vez más pequeños les ayuda a identificar
y nombrar partes de su cuerpo de una forma más precisa. Hasta ahora conocen las
partes “móviles” de su cuerpo como los brazos, las piernas, las manos y nombran
los elementos más sobresalientes de la cara. Ahora podrán reconocer partes del
cuerpo más precisas: el codo, la barbilla, el muslo.
Esta es también la época del
asentamiento y definición de la lateralidad. Hay niños que a los 3 años
“parecen” ser diestros o zurdos pero no es hasta los 5 cuando este proceso se
da por finalizado.
Los niños son conscientes de
los movimientos de su cuerpo
Todo este avance en las
distintas áreas contribuye a generar lo que se llama “esquema corporal”. Lo
podemos definir como la representación que se hace el niño de su propio cuerpo,
de sus distintas partes, de sus posibilidades de acción o sus limitaciones. Es
una representación mental imprescindible que les ayuda a moverse en el espacio
y de la que normalmente ni niños ni padres somos conscientes. Este esquema se
crea a partir de la información visual que recibimos de nuestro propio cuerpo,
pero también con información interna de nuestros movimientos, nuestra posición
en el espacio, el equilibrio y la experimentación con el cuerpo de los otros,
principalmente el de papá y mamá.
El desarrollo motriz es
fundamental en los niños de 3 a 5 años
Esta circunstancia les permite
no sólo moverse en todas las dimensiones que su cuerpo les ofrece, sino
adquirir conocimiento del mundo que les rodea y desarrollar la inteligencia. Se
habla entonces de un desarrollo Psico-Motor porque son las dos caras de una
misma moneda.
DESARROLLO
COGNITIVO
El rasgo cognitivo más
destacado es que los niños empiezan a utilizar la lógica.
Se producen grandes avances en
esta etapa:
En esa forma de pensar ya
tienen capacidad de buscar las causas que producen los acontecimientos.
Son capaces de entender muchas
cosas y suponer lo que pasará "después de".
El desarrollo del lenguaje es
espectacular.
A esta edad se sientan las
bases de la teoría de la mente (lo que va a ser su teoría rudimentaria).
Capacidad numérica en
esta etapa
Los niños manejan 3 principios
en la capacidad numérica:
Llamado principio de uno a
uno. Saben que hay una frecuencia.
Saben que hay un principio
cardial. Sabe que el último número es más grande.
Principio del orden estable.
Repite la misma serie, aunque se equivoque.
En este tema hay que tener en
cuenta que hay mucha influencia de su vivencia social y cultural (los niños
chinos, por ejemplo, puntúan más alto las pruebas numéricas, parece ser que las
lenguas del Este asiático favorecen especialmente la lógica).
El apoyo de los padres es
fundamental.
La memoria
Aparentemente es como si su
memoria fuese insuficiente. Parece ser que a esta edad no se han aprendido
estrategias para codificar los datos para después recuperar esos datos. Hay
dificultad para recuperar.
A pesar de que hay un déficit,
hay una estrategia que les permite aprender a recordar y se llama
"estrategia de guiones".
El guión es una estrategia de
memoria que permite atar los recuerdos de experiencias para después
reproducirlos (encadena una sucesión de acontecimientos sobre una experiencia).
Las características de los
guiones preescolares:
Describen experiencias,
acontecimientos, muy concretos.
Va todo encadenado
causa-efecto. Hay una coordinación causal.
Algunos autores piensan que
esta dificultad es debida a que tiene muchas cosas que atender, aprender, todo
les llama la atención.
Teoría de la mente
A esta edad los niños están
elaborando un incipiente modo de comprender, de cómo son las percepciones, las
emociones, los sentimientos de él mismo y de otras personas.
Hay otro avance relevante: se
dan cuenta de que "lo que ellos piensan los demás no lo saben".
Es una etapa de gran
desarrollo de la fantasía: todo es posible en su mente.
En la psicología infantil se
va sentando la base de la psicología del adulto.
Piaget no estimó
suficientemente las capacidades del niño (la inteligencia) ni la influencia del
contexto social. El niño ya es capaz de utilizar el lenguaje simbólico
(palabras, signos,..).
En contrapartida Vigosky
centra su atención en el papel clave que juega el adulto. Hay dos conceptos
claves:
Zona del desarrollo próximo
(diferencia que hay entre el nivel cognitivo alcanzado por el niño y el nivel
al que potencialmente puede llegar con ayuda).
Andamiaje (ayuda del adulto que
ofrece al niño).
Desarrollo del
lenguaje
Estos años son claves para
adquirir el lenguaje (idiomas, términos,...).
La velocidad es grandísima.
Hay un concepto de Vigosky que
es fundamental que es el habla privada, es ese diálogo interno que tenemos en
toda nuestra vida con nosotros mismos. Esto surge a esta edad y lo va
convirtiendo en susurro, una vez adulto no lo hacemos en voz alta pero cuando
se es niño sí.
El habla privada le ayuda para
aprender, recordar, organizarse (no es pues ninguna cosa "rara" ni
motivo para alarmarnos si le vemos hablando solo).
ESCALA CUALITATIVA DEL DESARROLLO
La Escala Cualitativa del Desarrollo Infantil es un instrumento diseñado para evaluar el estado de desarrollo actual del niño menor de 6 años, así como su desarrollo potencial; es decir, evalúa tanto lo que el niño realiza por sí solo, sus estrategias espontáneas, como aquellas competencias que logra desplegar en colaboración con el adulto.
Es importante aclarar que la escala no es un instrumento para establecer un diagnóstico clínico del desarrollo. Para llegar a un concepto definitivo del nivel de desarrollo de un niño se requieren otras fuentes de información, tales como la historia socio-familiar, el informe sobre su comportamiento en el medio familiar y otras observaciones sistemáticas. En aquellos casos donde se observen, en un niño, desfases marcados en unos o más procesos psicológicos, respecto de la etapa que le corresponde de acuerdo a su edad cronológica, se requiere remitirlo a un especialista para que realice una evaluación más exhaustiva.
La información obtenida con la aplicación de la Escala de Valoración Cualitativa del Desarrollo Infantil, debe contribuir a reorientar las acciones pedagógicas así como las relaciones y prácticas de socialización en el medio familiar. A pesar de la utilidad prioritaria del instrumento en el campo educativo, eso no implica que no pueda ser aplicado en otros contextos.
Dados los objetivos del instrumento, es necesario que la observación y el registro del comportamiento infantil se realicen en la situación natural en que se encuentra el niño sin necesidad de crear una situación artificial de examen. Se trata de valorar sus actividades espontáneas así como aquellas en las que interviene el adulto.
La Escala parte del presupuesto según el cual el desarrollo humano se da en contextos sociales y culturales específicos, por tanto, para evaluarlo, se requiere considerar las características particulares de cada medio. Por este motivo se evita que el material utilizado sea especial, extraño o poco sensible al medio propio del niño. Para la observación basta el material familiar, referido a aquellos objetos de uso cotidiano, que el niño ha ido apropiando en su experiencia con el entorno familiar y socio – cultural.
No es necesario que la observación de los procesos psicológicos que conforman la Escala, se haga siguiendo el orden en que ellos se presentan, aunque si debe respetarse la secuencia o complejización de los indicadores. Para el adecuado manejo de la escala, es imprescindible que el observador, antes de aplicarla, se familiarice con el instrumento, sus indicadores, forma de registro e interpretación y tenga conocimiento de la conceptualización sobre el desarrollo que la sustenta (ICBF 1991).
Así mismo, se espera que tenga un conocimiento previo del niño que va a observar, ya que el instrumento, es solo una herramienta que le servirá para lograr una sistematización e interpretación de la información. El observador debe tener o crear una relación familiaridad con el niño, lo cual favorecerá la observación evitando que su presencia e interacción lo inhiba; por ello se recomienda, para todo observador, que antes de realizar el registro efectué por lo menos una sesión para familiarizarse con su papel y con el instrumento.
Respecto al tiempo de observación, no se establece un límite preciso; será el observador quien determine el número de sesiones requeridas para observar la totalidad de los indicadores correspondientes a la etapa de desarrollo en la cual se ubica el niño. Ciertos indicadores pueden exigir varias observaciones y en diferentes situaciones o contextos de la vida del niño; en otros casos, será necesario preguntar o interactuar con él de una manera más directa para lograr establecer el nivel de complejidad que le corresponde, en los diferentes procesos psicológicos evaluados. Si hay duda puede verificarse con otras personas próximas al niño.
Igualmente, se recomienda seleccionar de antemano las situaciones cotidianas más propicias para realizar las observaciones. Los criterios para seleccionarlas dependen, en buena medida, de la etapa del desarrollo en que se encuentra el niño y de los indicadores específicos a observar; preferiblemente aquellas en las cuales el niño se halle en interacción con otros niños o con adultos. Así mismo, se pueden propiciar acciones pedagógicas que faciliten o provoquen la aparición de los comportamientos a observar.
HOJA DE REGISTRO INDIVIDUAL
PRIMERA DEMOSTRACIÓN
A partir de la observación sobre el niño tiene dificultad
en el habla que a su edad todavía no puede vocalizar bien las palabras y le cuesta
expresar lo que quiere decir. Mientras que la madre le desarrolla actividades
como sonidos de animales, objetos o instrumentos para que él pueda identificar
y repetir.
Se observo que el niño es muy activo, feliz, juicioso y le gusta realizar diferentes actividades como jugar, ayudar a ordenar la casa, y realizar actividades manuales; tiene buena relación afectiva con la madre.
En el video se observa como manipula la plastilina, y le
gusta jugar, porque es blando, puede moldearlo a su gusto realizando figuras
que su imaginación, creatividad y destreza le permita. Pero además de
divertirse, mediante las actividades con plastilina, se consigue desarrollar
muchas capacidades como el desarrollo de la motricidad fina, además ayudado a
relajarse y a superar momentos de stress, a desarrollar la atención y aumentar
la capacidad de concentración.
BENEFICIOS DE LA PLASTILINA
Estimula
la creatividad:
La plastilina es un material que proporciona mucha libertad. Es importante no crear demasiadas reglas ni poner limitaciones, ya que si el niño puede utilizar cualquier color y crear cualquier forma, podrá materializar todo lo que imagine sin ningún tipo de barrera, haciendo que trabaje así su creatividad.
La plastilina es un material que proporciona mucha libertad. Es importante no crear demasiadas reglas ni poner limitaciones, ya que si el niño puede utilizar cualquier color y crear cualquier forma, podrá materializar todo lo que imagine sin ningún tipo de barrera, haciendo que trabaje así su creatividad.
Trabaja
la motricidad fina:
En el desarrollo motor debemos diferenciar entre la motricidad gruesa y la motricidad fina. La gruesa es la que primero aparece y con ella nos referimos a aquellos movimientos que, si el niño no tiene ningún tipo de problema en su desarrollo, se adquieren poco a poco de forma natural y refleja, como el equilibrio de la cabeza, el gateo, andar, correr... Cuando nombramos la motricidad fina estamos hablando de movimientos más voluntarios y precisos. Debido a que estos movimientos requieren una cierta madurez muscular y del sistema nervioso central, la motricidad fina aparece más tarde y es preciso incidir más en ella. Además, el desarrollo de la motricidad fina es importante para el proceso de lectoescritura.
En el desarrollo motor debemos diferenciar entre la motricidad gruesa y la motricidad fina. La gruesa es la que primero aparece y con ella nos referimos a aquellos movimientos que, si el niño no tiene ningún tipo de problema en su desarrollo, se adquieren poco a poco de forma natural y refleja, como el equilibrio de la cabeza, el gateo, andar, correr... Cuando nombramos la motricidad fina estamos hablando de movimientos más voluntarios y precisos. Debido a que estos movimientos requieren una cierta madurez muscular y del sistema nervioso central, la motricidad fina aparece más tarde y es preciso incidir más en ella. Además, el desarrollo de la motricidad fina es importante para el proceso de lectoescritura.
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Proponerse metas y conseguirlas:
Da igual si un niño moldea mejor que otro, si quiso hacer un perro y le salió una piedra. Con la plastilina los niños consiguen lo que se proponen, independientemente de si el resultado tenga parecido con la realidad o no. Nunca le digas que lo que ha hecho no tiene nada que ver con lo que quería hacer, en sus cabecitas sí es lo que estaban pensando, y eso es lo que importa. Los niños estarán satisfechos con su trabajo y ello ayuda a su autoestima y les proporciona confianza en ellos mismos.
Da igual si un niño moldea mejor que otro, si quiso hacer un perro y le salió una piedra. Con la plastilina los niños consiguen lo que se proponen, independientemente de si el resultado tenga parecido con la realidad o no. Nunca le digas que lo que ha hecho no tiene nada que ver con lo que quería hacer, en sus cabecitas sí es lo que estaban pensando, y eso es lo que importa. Los niños estarán satisfechos con su trabajo y ello ayuda a su autoestima y les proporciona confianza en ellos mismos.
Diferenciar
e identificar:
Es una buena forma de que los niños aprendan colores, formas y proporciones al mismo tiempo que juegan. Además, gracias a que la plastilina se puede mezclar, pueden aprender a crear otros colores a partir de los primarios.
Es una buena forma de que los niños aprendan colores, formas y proporciones al mismo tiempo que juegan. Además, gracias a que la plastilina se puede mezclar, pueden aprender a crear otros colores a partir de los primarios.
Concentración:
Especialmente para los niños hiperactivos o con déficit de atención, trabajar con plastilina les proporciona y momento de concentración que pocos juegos pueden proporcionar. Gracias a la libertad de la que hablábamos al principio, estos niños pueden enfocar su exceso de actividad en la plastilina, al mismo tiempo que desarrollan su capacidad de concentración.
Especialmente para los niños hiperactivos o con déficit de atención, trabajar con plastilina les proporciona y momento de concentración que pocos juegos pueden proporcionar. Gracias a la libertad de la que hablábamos al principio, estos niños pueden enfocar su exceso de actividad en la plastilina, al mismo tiempo que desarrollan su capacidad de concentración.
Relajación:
El momento de la plastilina es, o debe ser, un momento de calma, de tranquilidad. El niño debe estar sentado y sin ningún tipo de factor estresante que le ponga nervioso. Por este motivo también sirve de método de relajación después de algún tipo de esfuerzo como puede ser la lectura.
El momento de la plastilina es, o debe ser, un momento de calma, de tranquilidad. El niño debe estar sentado y sin ningún tipo de factor estresante que le ponga nervioso. Por este motivo también sirve de método de relajación después de algún tipo de esfuerzo como puede ser la lectura.
SEGUNDA DEMOSTRACIÓN
El niño tiene una buena relación con las demás personas y sobre todo con los niños de su misma edad, debido a que juega con ellos de una manera cooperativa y crea espacios de amistad y buena convivencia. Además se desenvuelve muy bien en el entorno que lo rodea.
El niño tiene una buena motricidad gruesa debido a que puede realizar diferentes muñecos con plastilina, además le gusta y crea historias en las cuales les pone nombres a sus muñecos y los alimenta.
El niño al escribir su nombre lo realiza muy bien pero presenta dificultades al realizar el segundo nombre debido a que no conoce o no diferencia aún algunas letras como lo son la D y la V y necesita ayuda para poder realizarlo.
El niño tiene una buena relación con las demás personas y sobre todo con los niños de su misma edad, debido a que juega con ellos de una manera cooperativa y crea espacios de amistad y buena convivencia. Además se desenvuelve muy bien en el entorno que lo rodea.
El niño tiene una buena motricidad gruesa debido a que puede realizar diferentes muñecos con plastilina, además le gusta y crea historias en las cuales les pone nombres a sus muñecos y los alimenta.